Music is the life

Con estas palabras, el cantante se quita de encima una enorme presión autoimpuesta, prejuicios y el sufrimiento de considerarse monstruoso.
Hacer las paces con su verdad le ha dado una nueva libertad y ahora quiere enamorarse y ser feliz. “Hace un par de años inicié un camino de análisis. De tiempo atrás no estaba bien y había deseado recobrar una serie de cosas, a partir de mi encuentro con la homosexualidad.
Al término del año pasado llegué a una conclusión: quería vivir esa parte de mí, dejar de considerarla un monstruo, algo negativo”, confesó el c

antante a la versión italiana de la revista Vanity Fair.
Ferro escribió un libro sobre sus experiencias, próximo a publicarse, y sobre él explicó: “No puedo apuntar el dedo contra nadie, solo contra mí. Hasta ahora no sé explicarme por qué consideraba la homosexualidad una especie de enfermedad. No presumo salvar a nadie, pero si mi libro puede ayudar a alguien a evitar perder todos los años que yo he desperdiciado, sería feliz”.
“¿Qué cosa sucederá después? Nada será como antes. Me quiero enamorar de un hombre”, concluyó el cantante que se ganó el desprecio del público mexicano femenino cuando, en el 2006, afirmó que las mexicanas eran bigotonas y feas, hecho que significó un revés importante en su carrera en América.
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